“Hacer las cosas como niña” jamás volverá a ser ridículo

Politóloga queretana. Apasionada por los temas de género y empoderamiento femenino.

  • Twitter: @vichita23
  • FB: Medicenvichita
  • IG: vic_espinosa98

“Cadena cambia vidas y en ocasiones las salva. Cualquiera que sea su mística.”

Vichita

Hace unos días me encontraba dando una plática a jóvenes, específicamente varones de entre 16 y 19 años, sobre los nuevos paradigmas en la sociedad que se han configurado a partir de la presión y el cuestionamiento de la famosa (y mal llamada) “generación de cristal”.

Entre tantas de las reflexiones que se dieron, la que más me llamó la atención fue el significado que tenía la frase “hacer las cosas como niña”, pelear, correr, llorar, luchar, etc. Todas estas acciones poderosas acompañadas del hacer como niña, se transforman en un acción ridícula, débil y hasta vulnerable. Al final llegamos a la conclusión de que esto se debe a estereotipos y roles de género que ha impuesto la sociedad.

Pero yo conozco un lugar perfecto que ejemplifica que esto no tiene porqué ser así y que vale la pena redefinirlo. Se los presento:

Se llama Cadena y es un movimiento femenino que, a pesar de su naturaleza de origen, ha ido cambiando rompiendo paradigmas a lo largo de los años y cambiando miles de vidas. ¡Soy fiel testigo de ello!

De manera muy general es un espacio seguro para más de 6,000 jóvenes adolescentes a lo largo y ancho de la República Mexicana, donde cada una de ellas pone a prueba sus capacidades personales y llega al límite de ellas.

Como todo movimiento y grupo juvenil, por más inclusivo que sea no todas encontramos nuestro lugar, incluso hay ocasiones en las que pareciera que es un tanto retrógrada en sus bases y reglas; para fines de este artículo puedo decir que es un pequeño / gran círculo donde “hacer las cosas como niña” significa fuerza, poder, dedicación, ir más allá de lo jamás haz llegado. Y la parte más bonita es que vas acompañada de muchas otras que persiguen los mismos objetivos, abrazadas por una hermandad y fraternidad que no he sentido en ningún otro lado.

Tengas 12, 18 o 22 años, todas son capaces de sobrevivir una semana acampando en la intemperie; de construir un fuerte a más de 8 metros del suelo, hacer cosas increíbles con solo unos cuantos palos de madera; correr, luchar y gritar todo el día sin cansarse; soportar fríos y lluvias; dar la cara por 10, 20 o 100 niñas más; abrazar y entender a la que tienes alado aunque nunca antes la hayas visto.

Aunque quisiera hacer un paréntesis, y ofrecer una disculpa a todas aquellas que fueron parte y por alguna u otra razón terminaron heridas y lastimadas, desde Monterrey hasta Querétaro.

Ojalá todas las que son miembros puedan encontrar la paz, la empatía y la protección que yo sentí… y si no lo son, les deseo de corazón que encuentren un lugar donde puedan sentirse así.

Para mí, quien piense que hacer las cosas como niña es algo ridículo es que no ha conocido a las niñas de cadena. Su amiga y confidente. – Victoria Espinosa Piña.

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