Prefiero defenderme

Lic. en Ciencia Política, Maestrante en Políticas Públicas Comparadas. Coordinadora de Desde Mujeres @ClaudiaRmRm

A falta de justicia las mujeres hemos desarrollado una serie de mecanismos de defensa que se han normalizado entre nosotras. Defensas que no están escritas, que no están señaladas, institucionalizadas o expuestas en ningún lugar pero que han sido transmitidas generación tras generación entre mujeres jóvenes, infantes y adultas mayores. La normalización de la objetivización de nuestros cuerpos ha sido tal, que estos mecanismos son transmitidos como un conocimiento de supervivencia básico, se alimentan, protegen y respaldan entre los grupos de mujeres en los que nos movemos.

Es como si hubiera un libro que nos indica cómo actuar o relacionarnos en ciertos ámbitos para salir seguras, ni siquiera triunfantes, sólo seguras… vivas. Por ejemplo tener un grupo de WhatsApp donde compartes tu viaje o avisas si llegaste con bien a tu casa; cruzarte la calle cuando hay un número considerable de hombres en la banqueta reunidos; llevar una llave entre los dedos mientras caminas por la noche, con la esperanza de que ésta se vuelva un arma punzo-cortante en alguna situación de peligro inminente; saber en qué lugar del taxi acomodarte por si necesitas defenderte o, a qué amiga pudieras marcarle para pedir ayuda.

En los últimos días una noticia me conmocionó de manera directa y hasta algo personal, no necesariamente por lo sorprendente, sino por lo ridículo. 

Beberly, una estudiante veracruzana residente en Puebla tomó un Uber; sin embargo el chofer trató de atacarla y al defenderse ella lo hirió. Una vez llegada la policía, el chofer terminó en el hospital y Beberly detenida; privada de su libertad durante seis días, de los cuales no hubo momento en el que su familia y diferentes colectivas pertenecientes a Puebla no le dieran seguimiento y acompañamiento al caso, que, por suerte y visibilización terminó en la libertad de Beberly sin cargos.

Recordé entonces pláticas con mis amistades, principalmente mujeres, entre 20 y 45 años, como todas llevábamos en nuestras bolsas o carteras algún artículo que creíamos podría servirnos de autodefensa; desde las muy elaboradas como tasers, navajas o gas pimienta, o, incluso aquellas que tienen estrategias para convertir una llave en un arma punzocortante ante el peligro o desesperación.

¿Por qué llevamos armas? Porque estamos en un peligro inminente, porque la convivencia social nos ha demostrado el claro peligro que vivimos y las instituciones se han convertido en entes incapaces de proveernos de seguridad básica como lo es el derecho a la vida, al libre tránsito o el libre desarrollo, así como también es importante mencionar la falta de confianza que las personas le tenemos a los mecanismos de seguridad, como lo es la policía o de aquellos encargados de proveer justicia, como pudiera ser la Fiscalía.

Recordemos tan sólo las cifras dadas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) las cuales confirmaban que 3,462 mujeres fueron asesinadas durante enero a noviembre de 2021. Con respecto a las cifras de violencia sexual, la cifra fue de 19,484 víctimas, lo que representó un incremento de 27.9 % frente al periodo de enero a noviembre de 2020.

Si a las cifras le sumamos el entorpecimiento y mal trabajo de las instituciones, así como la falta de procesos con una perspectiva de género o dignidad humana, nos encontramos en un espacio lo suficientemente lúgubre como para estar conscientes y preparadas que tenemos que defendernos. 

Sí, los hombres también corren riesgos, también se encuentran en peligro en México; sin embargo no podemos negar que son las mujeres o personas que se sienten identificadas con el género femenino quienes sufren violencias que muchas veces está marcada por la naturaleza sexual, o, en muchas otras ocasiones, con signos de clara tortura en genitales, pechos o características sexuales femeninos.

Beberly vivió la realidad de uno de estos escenarios, actuó en legítima defensa frente a un ataque y su caso resonó con particular energía porque todas hemos practicado para tomar las medidas necesarias si eso llegara a pasarnos. He escuchado a amigas increíblemente pacifistas decir que “se prefieren en la cárcel a violadas” y me asombra… porque esas son las opciones; me quiero viva en condiciones de privación de la libertad antes de torturada o muerta.

Quiero que estas palabras resuenen en todas las personas que nos leen porque no es normal ni digno. Reconocemos que sí se ha vuelto una necesidad el llevar un arma en el bolso, las llaves entre los dedos o un grupo de ayuda en el marcado rápido de nuestros celulares y que, si tenemos que defendernos por cualquier circunstancia: está bien y ahí estará la sororidad para protegerte cuando sea necesario. 

Quiero que estas palabras resuenen en todas las personas que nos leen porque no es normal ni digno. Reconocemos que sí se ha vuelto una necesidad el llevar un arma en el bolso, las llaves entre los dedos o un grupo de ayuda en el marcado rápido de nuestros celulares y que, si tenemos que defendernos por cualquier circunstancia: está bien y ahí estará la sororidad para protegerte cuando sea necesario.[1]


[1] Recuerda que en caso de requerir ayuda o apoyo existen muchas colectivas y organizaciones dispuestas a ayudar y generar visibilización, apoyo y prevención a este tipo de situaciones. Si corres algún riesgo no dudes en ponerte en contacto al 911 como primera instancia; o, en cu caso, prepara con tu grupo de amigas una base de datos de qué hacer o a quién llamar en casos de emergencia, en esta base de datos con número de contactos, alergias, medicamentos que estés utilizando, tatuajes o características físicas de tu persona, si no tienes un grupo de amigas que consideres de confianza en estos casos, no dudes en acercarte a mi para guardar tus datos o buscar a tus familiares en caso de alguna emergencia.

Si ya estas en una situación de legítima autodefensa y estas en la situación que se encontró Beberly, por favor haz de conocimiento a tus familiares que existen redes de apoyo feminista, en Desde Mujeres podemos apoyar a visibilizar; sin embargo existen redes como la Red de Abogadas Violetas que te pueden ayudar para casos legales o jurídicos.

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