
“Ahora sí muy feminista pero antes…” “A esta parece que ya se le olvidó como era hace unos años”…“Huy no la conocieran cuando tenía 15 porque hasta la desconocen”… Constantemente escuchamos/leemos ese tipo de comentarios que buscan calificar lo malas feministas que somos.
No, no olvido como me comporté en el pasado, a quienes herí, lastimé o hice sentir mal con mi manera de ver la vida (en ese momento), pero eso no me impide que ahora me sume a la lucha con y para mujeres. Nadie es perfecta y quien lo diga está equivocada, todas cometemos errores y así como hoy me arrepiento de cosas que hice hace cinco años, quizá mañana me arrepienta de algo que haré hoy.
Nuestras actitudes del pasado no definen nuestro presente, pero sobre todo NO NOS HACEN MENOS FEMINISTAS. El utilizar algunas publicaciones, tweets, comentarios, videos que fueron compartidos en redes hace tiempo con el fin de hacernos sentir menos, está mal y es una actividad presente. Ojo aquí.
En ocasiones pareciera que existe un feministómetro, con su respectiva policía feminista que está acechándonos; esperando a que cometamos un error, digamos o pongamos algo en redes sociales para contrarrestar nuestra postura. Lo anterior es demasiado cruel, es como si entre nosotras estuviéramos buscando quitarle peso al movimiento, como si no nos bastará luchar contra un sistema que por años nos ha oprimido.
Estoy segura que todas tenemos algo que nos avergüenza y hace sentir mal por las acciones que cometimos, por desgracia no podemos hacer nada para cambiar esas acciones del ayer, lo que sí podemos es ver por el presente, el ahora. No existe un manual para ser feminista, pero sí existen comunidades preciosas llenas de mujeres con quienes se puede aprender y disfrutar el proceso, compartir experiencias y ser apoyadas las unas a las otras. Tener un espacio seguro en el que puedas compartir tus opiniones y posturas ante ciertos temas, y no tener miedo a que te cancelen. Al contrario, saber si hay otras ideas que se pudieran tomar como una crítica constructiva y así crecer juntas, con respeto y sin rechazo.
En ocasiones recibir ciertos comentarios de rechazo e incluso hasta odio nos hace dudar de lo que pensamos e incluso hacemos, pero hoy aprovecho este espacio para decirte que no te censures y no dejes de sumar por cosas del ayer, todas tenemos la oportunidad de retractarnos y buscar cambiar todas aquellas acciones, pensamientos e ideas que afectaron de alguna manera a terceros. También para todas aquellas que tienen más tiempo siendo parte del movimiento no busquen ser superiores, el conocimiento que no se comparte se pierde.
La lucha no es entre nosotras, la lucha es juntas, unidas por un mismo objetivo. No nos destrocemos las unas a las otras, crezcamos juntas y sigamos fortaleciendo nuestras redes de apoyo para que se mantengan como un lugar seguro, un espacio sin miedo de alzar la voz, sin enojarnos cuando nos digan que estamos mal o teniendo una actitud fuera de lugar.
Por un lugar lleno de sororidad.