La menstruación no es un lujo

Itzel Caballero es especialista en Poder Legislativo, asuntos públicos, administración y políticas públicas.

El 24 de noviembre del año pasado fue un día histórico. Como resultado de una de las múltiples luchas que ha dado el feminismo, el Parlamento Escocés aprobó el proyecto de gratuidad de la gestión menstrual que propuso la representante del Partido Laborista Monica Lennon en abril de 2019. La Ley para el Suministro Gratuito de Productos Menstruales tiene como objetivo principal atender la pobreza menstrual concebida como la imposibilidad que tienen algunas personas para acceder a productos higiénicos. Además, esta Ley representa un mecanismo que busca atender una necesidad básica desde una visión de derechos y dignidad de las personas.

Esta Ley es de gran relevancia y se suma a esfuerzos que previamente se habían implementado en ese país en la materia. De hecho, previo a esta aprobación, desde 2018 ya existía la obligación de proveer productos higiénicos menstruales a estudiantes que así lo necesitaran; ahora, esta posibilidad se extiende a todas las personas menstruantes de Escocia, serán los gobiernos locales quienes deberán garantizar la disponibilidad de toallas sanitarias y tampones para cualquier persona que los necesite y no pueda acceder a ellos.

Es posible que al leer esto nos estemos preguntando ¿cómo es posible que en Escocia exista la pobreza menstrual, siendo uno de los países vanguardistas del Reino Unido? Es una realidad.  A decir de la legisladora promovente de la Ley, en el Reino Unido una de cada 10 niñas no cuenta con recursos para adquirir productos de higiene menstrual, mientras que un 20% adquiere otros que, si bien tienen un bajo costo, no resultan adecuados, lo que trae consigo problemas de salud y también psicosociales ya que muchas personas recurren al aislamiento social, se ausentan de sus actividades escolares o laborales y suelen presentar episodios de inseguridad y ansiedad.

Partiendo de este contexto, la nueva Ley para la gratuidad de productos menstruales propone:

  • Que el gobierno desarrolle e implemente un plan para que quienes lo necesiten, tengan la posibilidad de acceder a productos higiénicos (tampones y toallas sanitarias) de manera gratuita.
  • Que los planteles escolares (secundarios y universitarios) cuenten con productos disponibles gratuitamente para sus estudiantes.
  • Diseñar un esquema similar a la distribución gratuita de condones para la disponibilidad de productos menstruales.
  • De igual forma, se propone establecer el mínimo de requisitos para la entrega de estos productos, limitando con ello cualquier condicionante que impida el acceso a los mismos.

Con esta nueva Ley, Escocia se pone a la vanguardia al ser el primer país en el mundo que visibiliza la menstruación desde una perspectiva de dignidad y no sólo como un proceso biológico por el que se tiene que pagar mensualmente una cantidad para garantizar la protección, higiene y salud de las personas.

Sin duda, emociona mucho ver que se estén haciendo estos esfuerzos en otros países, pero ¿qué pasa en el nuestro? En México no somos ajenas al debate, en el Congreso de la Unión diversas legisladoras han señalado no sólo la falta de acceso a productos para la gestión menstrual, ellas han propuesto mecanismos legales a fin de eliminar el impuesto rosa, entendido como la cantidad adicional que se tiene que pagar por los productos femeninos.

Durante la discusión de la Ley de Ingresos 2021, en la Cámara de Diputados se logró con el consenso de la mayoría de los grupos parlamentarios para modificar la Ley del Impuesto al Valor Agregado y establecer una tasa de 0% de IVA a los productos de higiene menstrual al considerarlos como un producto de primera necesidad (como los alimentos y los medicamentos); no obstante, la propuesta fue rechazada al considerar que implicaría una laguna para las finanzas públicas. Es preocupante que en nuestro país se tenga una visión meramente recaudatoria sobre los productos de higiene menstrual, lejos de considerarlos una necesidad básica de las personas que menstrúan.

¿Qué nos dicen los datos?

En México, según el INEGI y el Instituto Nacional de las Mujeres el total de la población en 2019 era de casi 125 millones de mexicanos, de los cuales el 51.4% son mujeres. De la población femenina, aproximadamente 35 millones se encuentran entre los 15 y 45 años, siendo este el promedio de edad de las personas menstruantes. Por otro lado, de acuerdo al documento Pobreza y Género en México: hacia un sistema de indicadores del CONEVAL, 2 de cada 5 mujeres en este rango de edad viven una situación de pobreza.

Aunado a las condiciones de desigualdad social y económica en las que se encuentran las mujeres en nuestro país, se suman otros elementos que imposibilitan su acceso a servicios y productos sanitarios como los que son necesarios para la gestión menstrual, entre ellos destaca el hecho de la falta de independencia económica, es decir, que los ingresos que obtienen las mujeres en situación de pobreza provienen en su mayoría de fuentes indirectas: ingreso de familiares o pareja y programas gubernamentales, principalmente.

Aquí me detengo para hacer una reflexión. Cuando la iniciativa Menstruación Digna, encabezada por legisladoras de distintos grupos parlamentarios, dio a conocer los objetivos de la misma, leí infinidad de comentarios que señalaban que las mujeres buscábamos ser “unas mantenidas más del gobierno” y otro tipo de aseveraciones que parten de la ignorancia y de la falta de empatía. Para la gran mayoría de personas que estamos leyendo este texto desde un dispositivo, es muy fácil y lo más común ir a la farmacia, al súper, abrir una app y pedir unos tampones o una bolsa de toallitas sanitarias, o incluso acceder tratamientos médicos para olvidarnos del periodo. Pero, ¿qué con las niñas y mujeres que viven en comunidades en las que ni siquiera tienen servicio de agua potable?, porque sí, también existen esas realidades, aunque sean invisibles para muchos.

Esta serie de elementos, permite visualizar la problemática de un tema que sin duda tendría que ser considerado como un asunto prioritario de salud pública. Lo están entendiendo así nuestras legisladoras. El 10 de diciembre de 2020, la Senadora Imelda Castro de MORENA presentó una iniciativa que replica los objetivos de la Ley escocesa para garantizar la gratuidad de estos productos.

La gran mayoría esperamos que más allá de los ejercicios de parlamento abierto, foros y escuchar que esto es una necesidad, se legisle en favor de quienes hoy en pleno 2021 aún no pueden acceder a estos productos básicos.  La menstruación no puede seguir siendo vista como un lujo.

Fuentes de información:

Period Products (Free Provision) (Scotland) Bill. Consultado en: https://beta.parliament.scot/bills-and-laws/bills/period-products-free-provision-scotland-bill

Policy Memorandum to the Period Products (Free Provision) (Scotland) Bill (SP Bill 45) as introduced in the Scottish Parliament on 23 April 2019. Consultado en:  https://beta.parliament.scot/-/media/files/legislation/bills/current-bills/period-products-free-provision-scotland-bill/introduced/policy-memorandum-period-products-scotland-bill.pdf

Pobreza y Género en México: hacia un sistema de indicadores. Consultado en: https://www.coneval.org.mx/Medicion/MP/Documents/Pobreza%20y%20G%C3%A9nero/2008-2018/Sintesis%20ejecutiva%20pobreza%20y%20genero%202008-%202018.pdf

Iniciativa que reforma y adiciona diversas disposiciones de la Ley General de Salud, de la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres y de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Presentada por la Senadora Imelda Castro Castro (MORENA) el 10 de diciembre de 2020. Consultado en: http://sil.gobernacion.gob.mx/Archivos/Documentos/2020/12/asun_4123986_20201210_1608225733.pdf

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