DESDE MUJERES

“Hoy me siento protegida con las morras de mi lado

Todas juntas, a una voz, contra el podrido patriarcado”

Que se cuide ese muchacho. – Renee Goust

Para expresar las emociones o sentimientos que nos abordan es necesario plasmarlos en lo tangible, gritar si así queremos, escribir, pintar, dibujar, destrozar, bloquear, bailar o cualquier manera en la cual el mundo se detenga. Justo eso es lo que ocurre en una fecha tan emblemática como el 8 de marzo. Aunque su origen hace referencia al incendio en la fábrica textil Cotton y a las luchas de las mujeres obreras en el siglo XX para mejorar las condiciones salariales e incluso, me atrevo a decir, las de seguridad social; esta fecha trae una fuerte carga simbólica para nosotras.

Como repaso histórico, durante 1910 en Copenhague, Dinamarca, cientos de participantes de 17 países reunidas en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas (la primera había tenido lugar en 1907) deciden organizar anualmente una jornada de la mujer teniendo por mira reforzar su lucha por obtener el sufragio femenino universal. Y en 1911 se conmemora la Revolución de 1848 y de la Comuna de París. Además del derecho al voto y de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral. (Naciones Unidas: 2024)[1].

Así, el movimiento feminista se ha convertido en un espacio para habitar, acompañar, escuchar o descansar, si, hablo del descanso físico y mental, es bueno comprender como los diversos movimientos feministas han cambiado la vida de niñas, adolescentes y mujeres a lo largo de la vida y en los diversos contextos. Como un espacio vital permite identificar las múltiples violencias o modalidades, crear lugares de sororidad y affidamento, conocer nuevas amigas o compañeras en el camino e incluso el camino a la libertad, teniendo como bases previas o referentes el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

¿Un camino a la libertad? Claro, porque, aunque conquistamos algunos derechos, en realidad no debería ser conquista dado son parte inherente a nosotras; la realidad es que muchas mujeres ven un rayo de esperanza y fe en el feminismo. Los ejemplos claros: desde el acompañamiento en los procesos de justicia, la empatía, la contención emocional, salir por primera vez a realizar sus propios trámites en una ciudad tan compleja, preguntar sin miedo por una calle o dirección, comprar una propiedad después de diez años, saber que tienes derechos en las relaciones afectivas, la salud integral, entre otros. 

Citando a Nuria Varela en Feminismo para Principiantes: “El feminismo es la linterna que muestra las sombras de todas las grandes ideas gestadas y desarrolladas sin las mujeres y en ocasiones a costa de ellas: democracia, desarrollo económico, bienestar, justicia, familia, religión…” (Varela: 2019,17)[2]. De ahí la importancia del concepto de libertad, primera: porque refleja la independencia y autonomía de las mujeres en los diversos ámbitos de la vida, segunda: permite identificar las desigualdades formales y sustantivas a pesar los avances en materia de derechos humanos de las mujeres, tercera: se adapta a los contextos actuales y por lo tanto a la protección en el ejercicio de los mismos e incluso si lo consideramos es un ejercicio de participación.

En el ámbito de la justicia, tanto en México como en otros países se ha optado por incorporar la perspectiva de género, pero hay otros retrocesos como el que las mujeres puedan contar con bienes propios o disponer de ellos, tal es el caso de Chile con el artículo 1749 del Código Civil Chileno que a la letra dice: “el marido es jefe de la sociedad conyugal, y como tal administra los bienes sociales y los de su mujer”. (Humanas: 2024)[3]. Otros puntos relevantes son aquellos con el desarrollo profesional y personal, el trabajo de cuidados, los estereotipos o roles de género asociados en el Derecho y sobretodo: la resistencia de aplicar la perspectiva de género en el sistema de justicia porque a pesar de avanzar al ámbito tecnológico, aún se considera un reto su aplicación.

Curiosamente, el movimiento feminista si ha logrado una repercusión en el reconocimiento del desarrollo profesional y laboral de las mujeres: ya sea mediante las figuras como el acoso u hostigamiento laboral, las acciones afirmativas para los procesos de ascenso tratándose de magistraturas o cargos judiciales, hasta la visibilidad de la doble carga laboral en los procesos de guarda y custodia; una muestra de ello la encontramos en la tesis aislada con registro digital: 2023725. “Madre Activa Profesionalmente. La Consideración De Que La Madre No Es Apta Para Ejercer La Guarda Y Custodia Por Tener Una Actividad Profesional Que Demanda Tiempo Y Esfuerzo Constituye Un Estereotipo De Género Que Afecta El Derecho A La Igualdad Y No Discriminación”[4].

Por otra parte, desde el auge de la Inteligencia Artificial encontramos algunos sesgos de género: las noticias relacionadas con la utilización de voces o imágenes no consentidas para generación de cierta clase de contenidos, viralización de canciones o versiones de voz sin autorización también forman parte de la nueva protección de los derechos de las mujeres en los entornos digitales porque una vida libre de violencia se extiende incluso en los espacios intangibles.

La literatura feminista también ayuda a comprender y guiar con los diversos pensares, investigaciones o aportes en el transcurso del tiempo, un ejemplo claro es bell hooks de la cual, la frase: “No puede haber amor sin justicia”, (Hooks: 2022,47)[5] destaca la interconexión entre el amor y la justicia, no solo en el sentido romántico sino también en cómo la parte emocional se entrelaza en un sistema judicial, social o cultural. La empatía, la escucha y la comprensión de lo que afecta a una sociedad son elementos cruciales que a menudo se pasan por alto en un sistema patriarcal que busca mantener el control y el privilegio. Por eso, comprender la rabia, el dolor y el desgaste emocional va más allá de intentar apagar el fuego; la primavera nos recuerda que todo florece, y así es con el movimiento feminista. Reconocer que las desigualdades afectan más a las mujeres en el ejercicio de sus derechos es lo que hace el feminismo, brindando un espacio de escucha o apoyo físico, emocional y mental, ya sea a distancia, presencial, acompañadas, solas, desde cualquier lugar es posible mover las causas para lograr una vida digna, amistades o redes de apoyo.

Referencias:

Goust, R. (2023). Que se cuide ese muchacho. En Que se cuide ese muchacho. RENEEGADA RECORDS.  https://open.spotify.com/track/5Z8MjCz1NrPbb0BvDa7GFA?si=i2U0K2w7R0uUBcWkSlO-PQ

Humanas. Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género. (2024). “Necesito un hombre”. Accesado el 06 de marzo de 2024. https://www.humanas.cl/necesito-un-hombre

Naciones Unidas. (2024). Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo. Accesado el 06 de marzo de 2024. https://www.un.org/es/observances/womens-day/background

Registro digital: 2023725, Semanario Judicial de la Federación, disponible en: https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/tesis/2023725

Tesis: 1a. XLVII/2021, Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Undécima Época, 29 de octubre de 2021. Reg. digital. 2023725. Disponible en: https://sjfsemanal.scjn.gob.mx/detalle/tesis/2023725

Varela. N. (2029). Feminismo para principiantes. Penguin Random House.

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[1] Naciones Unidas. (06 de marzo de 2024). Día Internacional de la Mujer, 8 de marzo. Naciones Unidas. https://www.un.org/es/observances/womens-day/background

[2] Varela. N. (2029). Feminismo para principiantes. Penguin Random House. p. 17

[3] Humanas. Centro Regional de Derechos Humanos y Justicia de Género. (06 de marzo de 2024). “Necesito un hombre”. https://www.humanas.cl/necesito-un-hombre

[4] Registro digital: 2023725, Semanario Judicial de la Federación, disponible en: https://sjf2.scjn.gob.mx/detalle/tesis/2023725

[5] Hooks, B. (2022). Todo sobre el amor. Paidós.